Su nombre "El Romano" se debe a que la parcela donde se cultivan las uvas de macabeo y tardana.
Las uvas enteras de macabeo se despalillan y empiezan la fermentación, y justo antes de terminar, se cosecha la tardana y se añade al mosto, reiniciando la fermentación. El proceso dura casi un mes, y el vino resultante se pasa a unas barricas para la crianza de 6 meses.
Un vino totalmente artesanal y sin ningún tipo de aditivo, elaborado con mimo y a pequeña escala: solamente hay 1500 botellas.