Los vinos Sentencia traen el sabor más valenciano a tu mesa

La bodega familiar “Sentencia” ha dado vida a los nuevos vinos Sentencia de su propia cosecha, con el fin de mantener y proteger un legado familiar de buenos viñedos, que por poco fue arrancado por completo.

Los vinos de las añadas de 2014 a 2018 se cultivan en la zona de Requena, en secano y de forma ecológica. Esta serie de vinos son vinos tintos y contienen un 80% de uva de bobal y un 20% restante de uva de garnacha. El buen sabor de esos vinos proviene de su larga fermentación en tanques de acero inoxidable y gracias a su crianza en barricas francesas durante un año. De cada añada se pudieron embotellar 3.000 botellas. Estas pueden comprarse para su consumo inmediato o para reposarlo algunos años más.

Sentencia Las Bairetas 2017

Este vino surgió de un proyecto con el restaurante Las Bairetas, situado en Chiva, y Alberto Pedrón, propietario de Bodegas y Viñedos Sentencia.

Las uvas de la variedad moscatel para este vino se cultivan en la Sierra de Chiva, Paraje de las Bairetas, en suelos arcillosos y gravas. Para su producción se emplea un pisado de uvas tras despalillarlas y se someten a una fermentación con hollejos y raspones durante 6 semanas. Tras 9 meses de crianza sobre lías en un tanque de acero inoxidable, se pudieron embotellar 600 botellas de esta producción.

Los vinos Sentencia Las Bairetas no pasan por ningún proceso de clarificación, estabilización, ni ningún añadido de aditivos salvo algo del sulfuroso antes de embotellar.

El método ancestral para los vinos Sentencia

A diferencia del método champenoise, que es el más tradicional para la elaboración de vinos, los vinos Sentencia se caracterizan por tener una única fermentación.

Para conseguir buenos vinos, con el mejor sabor y bien espumosos, se elaboran con uva Royal despalillada y prensada, de viñas de más de 60 años, plantadas en suelos calcáreos y cultivadas bajo principios ecológicos. Para lograr un punto de frescura en el vino, añaden un 20% de garnacha a sus elaboraciones, y se embotellan antes de terminar el proceso de fermentación alcohólica. Así, termina de hacerse guardando dentro de sí el gas carbónico natural. Estos vinos descansan sobre lías durante un año hasta que llega el momento del degüelle, proceso mediante el cual se eliminan los depósitos de concentrado que quedan en el gollete de la botella. Al no estar clarificado ni filtrado, es posible que encontremos algún sedimento natural.

Gracias a este método ancestral para sus vinos Sentencia, Alberto Pedrón consiguió elaborar 900 botellas en la añada de 2017 y se puede disfrutar de este vino fresco a deshora o con algún aperitivo a nuestro gusto.

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